Formigal y Panticosa: foco en el esquí.
Los apartamentos próximos a las pistas son los más demandados. La mayoría se utilizan como segunda residencia o como inversión en alquiler turístico, especialmente en temporada de invierno. Los precios en estas localidades son los más elevados del valle, con un rango de entre 2.200 y 3.000 €/m², dependiendo de la ubicación exacta y las calidades.
Sallent de Gállego y Tramacastilla de Tena: chalets familiares en auge.
Aquí destaca la venta de chalets y viviendas unifamiliares, buscados por familias españolas y extranjeras que valoran tanto la proximidad a Formigal como el encanto de un pueblo pirenaico tradicional. Los precios suelen situarse entre 1.900 y 2.500 €/m², con variaciones según parcela, vistas y estado de conservación.
Biescas: equilibrio entre residencia habitual y vacacional.
En esta localidad la demanda es doble: tanto vecinos que buscan establecerse todo el año como compradores que adquieren vivienda para escapadas de fin de semana. La oferta es más variada, y los precios se sitúan en torno a 1.800 – 2.200 €/m², siendo una de las zonas más accesibles del valle para compradores que buscan segunda residencia.
Pequeñas localidades como Hoz de Jaca, Piedrafita o El Pueyo de Jaca: exclusividad y tranquilidad.
Estas zonas, aunque con menor volumen de operaciones, atraen a compradores que buscan viviendas singulares y un entorno más privado. Aquí predominan casas tradicionales y chalets con encanto, donde el valor está más ligado a la ubicación y singularidad que al precio por metro cuadrado.
En general, el Valle de Tena mantiene un mercado estable, con tiempos medios de venta de entre 3 y 6 meses para propiedades bien presentadas y con precio ajustado. La combinación de turismo internacional, estaciones de esquí y naturaleza hace que la zona sea considerada un valor seguro para invertir o vender vivienda.